Las flores CBD o los cogollos son lo mismo, también se denominan inflorescencias de manera más técnica, y son el resultado de la maduración de la planta de cannabis o cáñamo. Este tipo de plantas no viven de un año para otro, su ciclo es de unos 9 meses. Casi al final de su ciclo vital ha desarrollado al máximo sus flores cannábicas y es cuando más o menos tiene que ser cosechada.
La cannabis sativa es una planta que se encuentra en climas cálidos y tropicales. Tiene hojas delgadas y largas y produce flores que contienen compuestos químicos como el THC y el CBD. Por otra parte, El cáñamo industrial es una variedad de la planta de cannabis que contiene muy poco THC, el compuesto psicoactivo que se encuentra en la marihuana. El cáñamo industrial se utiliza para la producción de CBD.
Del cannabis han derivado muchas variedades diferentes de flores. En algunas se ha logrado que predomine uno o dos cannabinoides principalmente, como el CBD y el THC. En otras flores de cáñamo se han conseguido crear variedades con predominancia de CBG (Cannabigerol) que es el cannabinoide madre. En el ciclo vital de cualquier planta de cannabis el CBG acaba transformándose en CBD o THC principalmente, pero se han desarrollado genéticas que mantienen el CBG sin transformar hasta el final del ciclo. Cada cannabinoide tiene unas propiedades, pero actuando en conjunto y según la predominancia de uno u otro, se emplearán para ayudar o tratar ciertas dolencias diferentes.
La diferencia entre los cogollos de marihuana o los de cáñamo, reside en los niveles de THC, CBD, CBG o HHC, pero aparentemente presentan las mismas formas, colores y olores.
Las variedades de THC presentan colores verdes claros u oscuros, morados, naranjas, marrones, rosas e incluso rojos en ciertas genéticas muy exclusivas.
Las variedades de cogollos CBD presentan colores verdes más oscuros en general, pero se pueden encontrar también verdes claros, naranjas, marrones y morados ocasionalmente.
Las variedades de flores CBG suelen tener por el contrario colores verdes claros y marrones.
La diferencia entre flores CBD o cogollos después de tantos años de hibridación es el cannabinoide predominante y los terpenos, pero a grandes rasgos solo les diferencian unos pocos genes.
Las flores de cáñamo con los niveles de THC muy bajos están siendo reconocidas como producto de consumo en múltiples países de la UE. Poco a poco, las flores de CBD se van reconociendo en todos los países, dado que esa mínima presencia no tiene efectos psicoactivos.
Para que los cogollos CBD sean legales, deben contener menos del 0,3% de THC según directrices de la UE (antes era 0,2%). Algunos países dentro de la UE han regulado y cuentan con límites más amplios llegando hasta el 1% en algunos casos.
Puesto que se trata de plantas y la madre naturaleza es caprichosa es difícil mantener los niveles de producción de cannabinoides estables. Es posible que algunas genéticas superen los niveles permitidos de un país a otro. Para adaptar las flores cannábicas a los niveles deseados se pueden procesar para extraer ese exceso de THC, pero con ello se rebaja también el CBD y terpenos.
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